Seminograma: ¿Qué debo saber?

Capítulo 1: ¿Qué debo saber antes de leer mi resultado?

 

“En la consulta de resultados se han centrado más en mi mujer… ¿con tan solo una prueba ya sé si soy fértil o no? Mi resultado ha salido alterado, ¿está todo perdido?” Estas y muchas más pueden ser algunas de las inquietudes que se le planteen al varón a la hora de enfrentarse al diagnóstico de su seminograma.

Cuando una pareja* acude por primera vez a una consulta de reproducción asistida, uno de los estudios preliminares imprescindibles que se solicita es el conocido seminograma. El diagnóstico de “normozoospermia” suele ser relativamente fácil de comprender: tal y como el nombre indica, los parámetros estudiados entran dentro de la normalidad, pero ¿cuáles son estos parámetros y qué relevancia clínica tienen?

*En este artículo del blog, nos referiremos a una pareja de pacientes en la que uno de ellos produce gametos masculinos y el otro femeninos.

A diferencia de la mayoría de las secreciones corporales que son estudiadas con fines diagnósticos, el eyaculado es una mezcla heterogénea de secreciones que no existe en el cuerpo antes de ser expulsado, sino que es el resultado de la mezcla de fluidos que provienen de varios órganos reproductivos. Los principales atributos cuantificables de un eyaculado son los espermatozoides y el volumen de fluido seminal, de los cuales se podrán evaluar diferentes parámetros de forma macroscópica y microscópica.  El objetivo de un seminograma será evaluar dichos parámetros con el fin de aportar más información al diagnóstico de infertilidad de la pareja.

Debemos saber que:

  1. Los parámetros considerados como “normales”, provienen de una población de referencia de varones fértiles, es decir, varones que han concebido en un periodo inferior a 12 meses de forma natural.
  2. Estos parámetros se deben estudiar de forma estandarizada para poder considerar los resultados como fiables.
  3. Y la valoración conjunta de los mismos, ofrece información esencial sobre el estado funcional de los órganos reproductivos del individuo, pero no define la capacidad fecundante de los espermatozoides.

Por lo tanto, los resultados o diagnóstico de un seminograma, lejos de resumirse como “positivo” o “negativo” como podría ser el caso de una prueba de embarazo, por ejemplo, podrán variar enormemente:

  1. entre pacientes si comparamos por ejemplo los resultados de pacientes de diferentes etnias,
  2. podrán variar ligeramente entre laboratorios en función de los protocolos,
  3. y por último y más destacable, podrán variar dentro del mismo paciente si evaluamos diferentes muestras tomadas en distintas fechas.

A pesar de ello, la valoración de un único eyaculado puede ser suficiente para establecer los siguientes pasos del tratamiento de reproducción asistida: por ejemplo, nos ayudará a decidir si aún es posible realizar una inseminación artificial o si directamente debemos recurrir a una fecundación in vitro u otras alternativas de tratamiento.

 

 

A lo largo de los siguientes capítulos hablaremos sobre los diferentes parámetros que comporta un seminograma y de la relevancia clínica de cada uno de ellos.

…Continuará…

 

 

 

No esperes más, ¡Sé mamá cuando quieras!

 

 

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