Fertilidad, estrés y yoga

La fertilidad es un problema que preocupa a gran parte de la población. Se define la infertilidad como la no obtención de embarazo tras 12 meses de relaciones sin el uso de métodos anticonceptivos. Casi 50 millones de parejas al año se ven afectadas por este problema y muchas de ellas recurren a tratamientos de fertilidad.

El mundo en el que vivimos es ya estresante debido al estilo de vida frenético que la mayor parte de las personas llevan. El estrés es considerado la nueva enfermedad del siglo XXI. Las parejas que sufren de infertilidad ven añadida una porción considerable de estrés a sus vidas además del que diariamente sufren (ha sido incluso comparado al estrés de recibir un diagnostico de cáncer).

El proceso de reproducción asistida tampoco es fácil a nivel emocional: inyecciones para la estimulación ovárica, visitas constantes al centro de reproducción y procedimientos invasivos a los que deben someterse durante la duración del tratamiento. Esta cantidad de estrés acumulado puede llegar a afectar a los resultados de las técnicas de reproducción asistida. (Diversos estudios muestran que el estado mental, social y físico del paciente puede afectar de manera significativa a los tratamientos de reproducción asistida).

Yoga, los expertos recomiendan

Entre las recomendaciones de los expertos para el manejo del estrés está el hacer ejercicio, el hacer algo que disfrutemos y hacer cosas que nos relajen. ¿Qué disciplina podría encajar mejor en estas definiciones que el yoga?

Pero, ¿Qué es el yoga? Yoga significa unión. Es una disciplina tradicional espiritual, física y mental que conecta mente, cuerpo, conciencia y respiración. Es una tecnología sistémica que sirve para mejorar el cuerpo, entender la mente y liberar el espíritu. El yoga utiliza meditaciones, asanas (posturas físicas), pranayamas (ejercicios de respiración) y otras herramientas.

El yoga surgió hace aproximadamente 5000 años en la India. Y aunque en occidente lo usamos como una forma de hacer deporte, lo cierto es que es mucho más que esto. El yoga nos ayuda a mantener nuestro cuerpo flexible, pero también puede ayudarnos en el manejo de la mente y las emociones.

embarazo yoga Beneficios del yoga

Varios estudios han demostrado que el yoga tiene múltiples beneficios fisiológicos más allá de mantener nuestro cuerpo en forma: ayuda a mejorar la circulación sanguínea, transportando más oxígeno a las células y promoviendo un mejor funcionamiento de los órganos internos, puede mejorar las funciones reproductivas a través de la integración global de los sistemas fisiológicos y la modulación del eje neuroendocrino, fortalece y calma el sistema nervioso, mejora la capacidad pulmonar, se disminuye la confusión mental, mejora el drenaje linfático y el funcionamiento del sistema inmune.

Estrés y fertilidad

El vinculo entre el estrés y la infertilidad es complejo y no se comprende en su totalidad, aunque se sabe que el cortisol, la llamada hormona del estrés, puede interferir con las funciones reproductivas normales. En el año 2000 un estudio conducido por Domar et al. concluyó que pacientes sometidos a tratamientos de fertilidad practicantes de yoga lograban embarazo dentro de un año de ponerse en marcha con los tratamientos, frente al 20% del grupo control no practicante.

El yoga es incluso recomendable durante el embarazo, y diversos estudios señalan que el yoga para embarazadas ha ayudado a reducir la hipertensión, mejorar el peso del neonato, disminuir el crecimiento intrauterino retardado y la frecuencia de partos pretérmino De estos estudios se deduce que el yoga puede contribuir significativamente a reducir las complicaciones obstétricas.

Todo esto nos muestra que el yoga puede ser beneficioso más allá de mantener tu cuerpo flexible para la vida diaria. Por encima de todo el yoga es una herramienta que nos ayudará a que la mente deje de trabajar contra nosotros mismos, y la haga una aliada, ayudándonos a conectar con un interior menos angustiado y mas feliz.

Es comprensible que muchas pacientes sean reticentes a creer que una simple practica de yoga o de meditación pueda ayudarnos en un proceso tan complejo como los tratamientos de la reproducción asistida, donde estamos pensando en ovocitos fecundados, calidad seminal y calidades embrionarias. Pero no todo el proceso depende del embrión conseguido, sino también del organismo que lo recibe. Cuanto mejor esté este organismo mejor será el “hogar” que se le de a este embrión.

 

«La mente hace del hombre su esclavo, y es también la misma mente la que lo libera» SWAMI SIVANANDA

 

Artículo de Rocío Peña. Directora de Laboratorio IMF.