Falló mi inseminación artificial: ¿ahora qué hago?

Sí, cuando falla un intento de inseminación artificial suele ser un momento duro para la pareja. Pero, ¡detente! Ello no quiere decir que haya fracasado tu intento para ser mamá. Son muchos los factores que inciden en el fallo de una inseminación artificial, pero también existen diversas alternativas. Os las contamos en este artículo, ¡sigue leyendo!

En primer lugar, debemos contaros que la inseminación artificial es una de las técnicas reproductivas más utilizadas en parejas con problemas de fertilidad. Su método consiste en la colocación de una muestra de semen en el interior del útero de la mujer, luego es tratada en el laboratorio por especialistas en reproducción para aumentar la tasa de éxito.

Con la preparación de la muestra en un laboratorio especializado, se reduce la distancia que separa al espermatozoide el óvulo, con lo cual se aumenta significativamente la posibilidad de éxito. Por ello, la inseminación artificial goza de una alta valoración en la medicina reproductiva, principalmente por su elevada tasa de efectividad. Sin embargo, ello implica que se deben cumplir algunos requisitos para conseguir el anhelado embarazo.

 

¿Por qué falla una inseminación artificial?

Como hemos dicho, la inseminación artificial suele ser efectiva, pero debe realizarse bajo un protocolo específico y cumpliendo algunos requisitos, entre los que podemos mencionar:

  • Calidad del esperma: Se debe medir la tasa de recuperación de la movilidad de los espermatozoides y que estos cumplan ciertos requisitos de calidad, a fin de que aumenten la posibilidad de éxito de una inseminación artificial.
  • Trompas de Falopio permeables: Comprobar que estén en buen estado, descartando la existencia de obstrucciones en las mismas.
  • Edad: Después de los 35 años las posibilidades de éxito disminuyen.
  • Endometrio: Revisar estado y medidas del endometrio, para corroborar que sea receptivo a la implantación del embrión.
  • Bajo nivel hormonal: Niveles insuficientes en las hormonas reproductivas durante la implantación.
  • Úteros con anomalías: revisión completa del aparato reproductivo y sus condiciones pre-implantación.
  • Hábitos de vida poco saludables: El tabaquismo, la obesidad, la falta de actividad deportiva, el consumo de drogas o diversas causas ambientales pueden afectar a la implantación del embrión.
  • Otras causas: El fallo puede estar motivado por patologías inmunológicas o causas desconocidas.
  • Atención no especializada: Ponerse en manos especializadas en salud reproductiva es otro factor importante al momento de realizar un tratamiento de fertilidad, el cual determina gran parte del éxito.

 

Después de una Inseminación Artificial ¿Qué sucede?

Otro factor importante que pudiera determinar el fracaso de una inseminación artificial es no seguir el protocolo postratamiento, el cual comprende las siguientes fases:

  1. Reposo después de la IA: Después de colocar el semen capacitado en el interior del útero de la mujer con la ayuda de una cánula flexible (realizado en consulta con el ginecólogo), la fecundación entre el óvulo y el espermatozoide tendrá lugar de forma natural unas horas o días después. En esta fase, se recomienda que la mujer repose de 15 a 25 minutos en la habitación de recuperación; sin embargo, no es necesario mantener reposo tras una inseminación artificial y se puede seguir con su rutina normal.
  2. Tiempo de espera: Después de la inseminación artificial, inicia el periodo conocido como betaespera, periodo de espera que durará hasta el día de la prueba de embarazo, que son aproximadamente de 15 días.
  3. Síntomas de la IA: Desde la inseminación, la mujer recibe un tratamiento hormonal con progesterona para mantener el estado idóneo del útero y favorecer la implantación del embrión. Estos fármacos aplicados desde la estimulación ovárica pueden dar lugar a distintos efectos y síntomas, tales como:
  • Hinchazón de vientre.
  • Dolor abdominal.
  • Molestias en el útero debido a la inserción de la cánula.
  • Manchado marrón.
  • Ganas frecuentes de orinar.
  • Pechos hinchados.
  • Flujo vaginal transparente o amarillo.

 

Recomendaciones después de la IA

Después de la IA, se recomienda a la mujer llevar una rutina normal, a no ser que tenga un trabajo muy pesado o que implique algún riesgo (se consideraría una baja laboral). Sin embargo, se sugiere seguir las siguientes recomendaciones:

 

  • Mantener relaciones sexuales entre ocho y doce horas después de la IA (las contracciones uterinas favorecerán el ascenso de los espermatozoides depositados en el útero)
  • Evitar los grandes esfuerzos físicos
  • Evitar obsesionarse con los posibles síntomas ni relacionarlos con el embarazo.
  • No obsesionarse con el posible resultado. Es importante mantenerse muy positivas, pero también prepararse para un posible negativo.
  • Mantenerse ocupada en otras cosas y reducir el estrés asociado al tratamiento.
  • Consultar con el especialista en caso de tener síntomas muy molestos.
  • No cambiar o abandonar la medicación hormonal por cuenta propia.
  • Compartir sentimientos con la pareja y apoyarse mutuamente.

 

 

 ¿Qué hacer ante una inseminación fallida?

Como indicamos, una inseminación artificial fallida no es indicador de que no podrás ser mamá. Tan solo es un indicativo, de que hay que revisar otras alternativas que ofrece la medicina reproductiva para optimizar el proceso, principalmente en las medidas que mejoren la calidad del óvulo y el semen.

Entre las alternativas que deben revisarse en forma conjunta con la pareja, destacan:

  • Ovodonación (donación de óvulos más jóvenes y de mejor calidad).
  • Selección espermática o donación de esperma (mejorar la selección del esperma adecuado o valorar la opción de un donante).
  • Revisión exhaustiva de la capacidad uterina (comprobar si hay alguna lesión que no pudo detectarse con los métodos convencionales).
  • Fortalecer el apoyo psicológico y terapéutico (el factor emocional es muchas veces determinante).
  • Valorar la aplicación de otras técnicas, como la Fecundación In Vitro (FIV).

 

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