Estimulación ovárica: mitos y verdades

Comenzaremos por indicar que la estimulación ovárica es el procedimiento que permite incentivar la ovulación múltiple mediante medicaciones hormonales, el cual se lleva a cabo para aumentar las probabilidades de éxito en un tratamiento de reproducción asistida, bien sea por inseminación artificial o fecundación in vitro.

Suele ser la parte más conocida de los tratamientos de fertilidad, ya que consiste en los días en los que la mujer debe inyectarse hormonas para aumentar su número de óvulos y sus las posibilidades de quedarse embarazada.

Como en todo procedimiento de reproducción asistida, es recomendable informarse siempre antes de empezar con el tratamiento, principalmente para esa fase, en la cual, por su propia naturaleza, suele generar percepciones erróneas y muchos efectos a nivel fisiológico en la paciente.

Por tanto, siempre es fundamental el despejar todas las dudas que nos surjan con los profesionales que nos estén tratando. Indagar sobre las verdades y mitos de la estimulación ovárica es uno de los puntos más importantes a tratar con tu especialista y te contaremos por qué. ¡Sigue leyendo!

 

Mitos y verdades de la Estimulación Ovárica

Iniciaremos por descifrar algunos mitos y verdades sobre la estimulación ovárica que debes conocer antes de comenzar tu tratamiento:

  • Genera cambios de humor muy bruscos: Aunque es cierto que pueden presentarse oscilaciones del estado de ánimo, muchos son producidos por las dudas sobre el éxito final del tratamiento. Esto es un mito, ya que no suelen ser habituales. La mayoría de las pacientes toleran bien la medicación y no sufren esos altibajos emocionales.

 

  • Inyectarse resulta complicado: Es otro mito sobre el tratamiento. No es habitual que las pacientes precisen de ayuda para aplicarse la medicación que estimulará sus ovarios, pues la mayoría es capaz de hacerlo por sí misma. Por tanto, es otro mito que queda desmentido, ya que las pacientes no necesitan ser expertas para inyectarse a sí mismas.

 

  • Produce efectos secundarios: Como dijimos, es posible experimentar algunos cambios en el cuerpo tras administrarse la medicación, compuesta fundamentalmente por gonadotropinas y progesterona. Sin embargo, la mayoría de sus efectos no son relevantes, como el aumento de peso, hinchazón abdominal, retención de líquidos y sequedad vaginal. Esto dependerá de cada mujer y de su estado de salud.

 

  • El fracaso del tratamiento causa frustración a las pacientes: Ciertamente, este fracaso produce un malestar que puede requerir de apoyo psicológico, sobre todo cuando se lleva mucho tiempo intentando lograr el embarazo sin ayuda médica y sin éxito. Por eso es importante tener en cuenta que el motivo más común por el que se tiene una baja respuesta a la estimulación ovárica, ya que la mujer tiene una reserva ovárica menor de la esperada.

 

  • La edad determina el éxito de la estimulación ovárica: Sí, es cierto. La edad es relevante en todo tratamiento de fertilidad, ya que la reserva ovárica comienza a bajar a partir de los 30 años y se acentúa drásticamente a partir de los 40. Por tanto, es importante el estado de la reserva ovárica y el peso, pues esta puede verse disminuida por problemas de fertilidad asociados a genética, enfermedades o estilo de vida.

 

 

Reserva ovárica ¿Cómo afecta a tu fertilidad?

Cuando hacemos referencia a la estimulación ovárica, siempre es necesario comprender cómo funciona la reserva ovárica y cómo afecta a la fertilidad. La reserva ovárica es uno de los principales indicadores de la capacidad fértil de una mujer, un parámetro que indica la cantidad de óvulos que tiene una mujer en un momento concreto.

Esta cifra es clave para valorar las posibilidades que tiene para conseguir el objetivo del embarazo, pues una baja reserva ovárica es una causa clara de dificultades para conseguirlo, ya que cada vez se minimiza el número de óvulos que pueden ser fecundados por los espermatozoides.

En general, la reserva ovárica tiende a disminuir con el paso del tiempo, y es a partir de los 35 años cuando los ovarios de la mujer empiezan a generar menos óvulos en cada ciclo, disminuyendo así la capacidad de embarazo de la mujer. Pero, además, este descenso también puede producirse por alguna enfermedad, mala alimentación y sobrepeso en la mujer, más allá de la evolución natural de la fisiología femenina.

En consecuencia, al someterse a algún tratamiento de reproducción asistida, serán diversos los controles y diagnósticos previos que se realizarán para determinar el estado actual de la paciente y hacer un diagnóstico asertivo antes de decidir qué tratamiento de fertilidad es el más conveniente y proceder a la estimulación ovárica.

 

 

 

 

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